Lo primero que tenemos que hacer, es darle una capa de imprimación y dejarla secar, mas tarde comenzar a pintar como queramos que sea el acabado finalmente. La mejor forma, si es una superficie grande, solo si es grande, utilizamos un pincel plano, sobre mediano, más bien tirando a pequeño. Algunos pensarán que mejor el otro, que cuanto más grande más cundidor, pero no es así, porque si lo haces con uno grande, puedes provocar un gran problema, y es que no se te reparta correctamente toda la pintura a través de las cerdas, y lo más lógico es que por los extremos te quedes sin pintura y por el centro este muy lleno el pincel.

Una vez tenemos el pincel en la mano, la manera de repartir la pintura, es como nos enseñaron en el colegio para colorear, en franjas, todas ellas en el mismo sentido. Esto tiene su importancia, ya que si no se procede así, tendremos el problema de que nos aparezcan en el acabado final, las líneas de marca que dejan las cerdas y/o los malignos pegotes de pintura.

Además es importante, que a la hora de dar esas pinceladas sea de forma suave, sin forzar y sin amontonar la pintura sobre las maquetas.

En algunos sitios, podréis ver que comentan que mejor dar dos capas de pintura, no creo que sea así puesto que en algunos casos, se pueden llegar a tapar por completo los detalles que trae el plástico.

Es muy importante, la cantidad de pintura que adquiera el pincel, no debemos tomar mucha, más bien poca, y mojar bastantes veces el pincel en el bote, puesto que normalmente las primeras pinceladas son las que mas pintura dejan sobre el acabado y esto puede perjudicar mucho la terminación final.

Esto dicho de alguna forma, es como pintar amplias superficies planas, como el exterior de un barco, el perfil de un avión, el exterior de un tanque, etc…

Fuente:  http://maquetasymodelismo.es/11-maquetas-de-barcos/ barcos