No hace mucho que el «Estudio sobre consumo energético del campo residencial en España» del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dejó perseverancia de las evidentes muestras de malgasto de energía que se generan de forma muy frecuente en los hogares españoles. Entre otros muchos aspectos, el estudio señalaba al «stand by» como uno de los primordiales responsables del aumento de la factura, puesto que su consumo (un dos por ciento del total) supera en buena medida al de otros electrodomesticos de segunda mano. El costo de la electricidad, además de esto, tiene día a día mayor peso en la economía familiar, una situación que podría empeorar próximamente, puesto que las operadoras no han cesado en su empeño de pedir una subida de los peajes para combatir el déficit de tarifa, una cantidad cuya revisión está además de esto prevista en próximos meses.
* «Stand by»: El «stand by» se lleva más porcentaje de consumo eléctrico que enfriar nuestra casa a lo largo de los meses de verano. Una de cada 12 facturas va íntegra mediante este consumo fallido. Esta energía inútil y que tanto dinero nos supone al cabo del año, se fuga asimismo por los enchufes, las alargaderas y los ladrones. La función de «stand by» está presente en un buen número de productos, que continúan conectados a la espera de percibir nuestras órdenes: aire acondicionado, ordenadores, cargadores, reproductores de audio, DVD…
* Horno y vitrocerámica: Adquirir algunas costumbres en el momento de cocinar, así mismo pueden salvar nuestra factura. En lo que a la vitrocerámica se refiere, tenemos que saber que cuanto más pequeño sea el recipiente empleado menos energía consumiremos. Así mismo ahorraremos energía tapando los recipientes de cocción, apagando ya antes de tiempo los dos electrodomésticos para aprovecharnos del calor residual al acabar la preparación, no abriendo la puerta del horno antes de terminar la cocción, usando recipientes de fondo grueso (reparten mejor el calor). Además de esto, dentro de lo posible es recomendable usar el microondas para calentar el alimento, puesto que este electrodoméstico precisa de menos tiempo para preparar los comestibles.
* Lavavajillas: Es otro de los aparatos en los que debemos tener en especial en cuenta el etiquetado de consumo energético. Consume un seis con uno por ciento de la energía y, para ahorrar, podemos llevar acciones afines a las empleadas en la lavadora, como escoger programas cortos de lavado y con temperatura fría. Condición indispensable es, obviamente, cargar el aparato al límite.
* Ordenadores: Si bien es uno de los elementos que más nos acompañan en nuestra rutina diaria, seguro que no conoces algunas costumbres que disminuyen el consumo de tu PC: bajar la iluminación, eliminar el salvapantallas, apagar el PC si no lo utilizamos, no tener conectados aquellos periféricos que no empleemos (impresora, escáner, altífonos…). Además de esto, es esencial que todos estén conectados en exactamente la misma regleta. En el caso de los ordenadores de mesa, recuerda apagar el monitor toda vez que te levantes.
* Iluminación: Sobre todo en invierno, la iluminación de nuestra casa se lleva una parte esencial del consumo eléctrico. Aprovecha cada vez que puedas de la iluminación natural, emplea colores claros para tus paredes y cortinas (hacen que precisemos menos iluminación artificial), instala reguladores de luz y usa lámparas de bajo consumo. En aquellos lugares de la casa en los que vayas a continuar un buen tiempo, como por servirnos de un ejemplo la cocina, es conveniente emplear lámparas de Led´s. Y, por favor, no dejes la luz encendida si no estás en un determinado espacio.
Conforme el «Estudio sobre consumo energético del campo residencial en España» de IDAE, efectuado en el primer mes del verano, los hogares españoles gastan de media novecientos noventa euros anuales en consumo eléctrico. Ya sabes lo que puedes hacer por mejorar tu factura.