Los puentes y viaductos de hierro: fueron los ingenieros los que monopolizaron esta actividad. Los puentes se convertirían en los bancos de pruebas de la nuevas tecnologías: “el cálculo y la resistencia de los nuevos materiales permitiría cumplir las ansias de lograr luces mayores y una ejecución más barata” .

El uso del hierro permitirá incluso incrementar sus variantes de tipología: al tradicional puente de arcos, se le unirán el puente de vigas (tablero horizontal sostenido por vigas verticales) y el puente colgante, sostenido por cables que tendrán su desarrollo definitivo en el siglo XX con los llamados puentes atirantados.

La misma característica, la encontramos en los viaductos que se construyen en la ciudad para salvar enormes desniveles y donde el hierro será además el material dominante y en los cargaderos de mineral (vías sostenidas por pilas de celosía que penetran en el agua si se trata de puertos)… En general en estas obras desaparece prácticamente cualquier tipo de decoración.