Durante muchos años, la costa gerundense ha sido la número uno de los destinos turísticos, no sólo de los propios catalanes, sino además de muchos españoles y extranjeros. La masificación de esta costa, en otros tiempos idílica, ha propiciado que gran parte de ese turismo, se desplace hacia el interior y, más en concreto, hacia las partes altas. Si algunas de sus cimas superan los 2.900 metros, el Pirineo de Girona no registra las mayores altitudes de la cordillera, pero ofrece una gran variedad de espacios naturales, de atractivos culturales y goza de una buena gastronomía, así como de espacios lúdicos.

pirineoAlgunas de las comarcas catalanas que pertenecen al Pirineo (Garrotxa, Ripollès y Cerdanya) poseen su propia personalidad, tanto en el paisaje, como en su patrimonio histórico y arquitectónico. Estos parajes se deben visitar con calma, descubriendo sus rincones más pintorescos, degustando su generosa cocina, entablando conversación con sus gentes, que han sabido conservar como nadie, uno de los rincones más bonitos de Cataluña.

Un clima mediterráneo de montaña y lluvias intensas a lo largo de casi todo el año, favorecen el desarrollo de bosques de encinas y robles en las zonas donde el verano es más seco y caluroso, y hayedos, como la famosa fageda d’en Jordà, en los sitios más húmedos. 
Por lo que se refiere a la fauna, encontraremos mamíferos como la garduña, la jineta, el tejón, el gato montés, el jabalí, la nutria, etc., y aves como el azor, el águila culebrera, el cárabo, el halcón peregrino.

Fuente: Girona wedding photographer http://wedding.wolfphotographers.com