Como se puede comprobar, básicamente, la respuesta a la pregunta ¿Qué es para tí la Ciencia? ha sido que es una forma de obtener el conocimiento, que se convierte en científico y pertenece a la Ciencia, cuando se extrae de la realidad con métodos y herramientas precisas, integrándose en un sistema de conceptos, teorías y leyes: un sistema ordenado de proposiciones derivadas de principios.
Aunque está claro que todo conocimiento vincula procedimientos mentales (subjetivos) con actividades prácticas (objetivas), la ciencia busca el predominio de lo objetivo a través de explicaciones congruentes, predicciones y control de los fenómenos naturales Así, el conocimiento científico puede generalizarse y puede pronosticarse. Este conocimiento va a resistir la confrontación con la realidad, descartará explicaciones metafísicas y utilizará fuentes de primera mano.
Es innegable pensar que la ciencia es una idea eterna, que pueda considerarse con un contenido permanente y eterno del mundo. Las ciencias no son eternas, sino que son ellas mismas configuraciones históricas. Tampoco son uniformes, pues existen muy diversos contenidos, normas, instituciones, etc…
A principios de la Revolución Industrial, en la que nuevos contenidos e instituciones comenzaron a conformarse, aparece la ciencia en su sentido moderno, lo que se considera Ciencia en sentido estricto. La ciencia pasa a primer plano durante los siglos XVIII y XIX, y en el siglo XX, será reconocida como un contenido fundamental de nuestro mundo.
En lo que respecta a la Psicología, uno de sus mayores problemas, en tanto a disciplina particular, ha sido que carece de un objeto natural y propio, unánime o al menos aceptado mayoritariamente.