lentillas

Con la llegada del buen tiempo, salir a correr es una de las opciones preferidas por muchos para hacer deporte al aire libre. No obstante, aquellos que padecen alguna disfunción visual como miopía, asitigmatismo o bien hipermetropía, deben estimar múltiples factores auxiliares para poder correr de forma segura. Ahora te damos unos  consejos clave para los usuarios de lentillas como tú o bien de gafas, apasionados a este tipo de deporte:

Puedes correr con las lentillas puestas

¿Puedo correr con mis lentillas?. Esta es una de las preguntas más usuales entre los usuarios de lentillas. La mayor parte de los corredores con inconvenientes de visión acostumbran a preferir las lentillas para correr. De manera frecuente, las gafas pueden resbalar por la nariz, provocando gran incomodidad y complicando la visión. Como resulta muy incómodo tener que recolocarse las gafas continuamente, las lentillas son la opción alternativa ideal para correr con mayor comodidad.

Además, si corres al aire libre sobre superficies irregulares como, por servirnos de un ejemplo, un camino de tierra, tener una visión clara resulta de vital relevancia para eludir tropezones y otros riesgos. Como las lentillas dejan una visión periférica y no se empañan, son idóneas para poder supervisar todo cuanto te circunda cuando corres al aire libre. Por lo que te será muy importante comprar lentillas online.

Si es la primera vez que sales a correr, tómatelo con calma
Cuando empiezas a correr, es muy normal pecar de excesivo entusiasmo. Para evitar lesiones, debes repartir el ahínco con propiedad. Si nunca antes has salido a correr, o bien hace ya tiempo que no corres, es esencial iniciar con objetivos realistas y también ir adoptando el hábito de correr poquito a poco. De esta forma, vas a poder ir apreciando de qué manera tu condición física mejora progresivamente y reducirás el riesgo de padecer daños superfluos.

Es recomendable iniciarse corriendo un par de veces a la semana, en vez de correr todos y cada uno de los días. Además de esto, los especialistas aconsejan calentar ya antes de correr, andando a paso acelerado y, después, pasar a correr poco a poco hasta lograr una velocidad más acelerada. Para finiquitar la sesión, no te olvides de reducir tu velocidad poquito a poco, corriendo de manera lenta a lo largo de un mínimo de cinco minutos ya antes de regresar al ritmo inicial de marcha. Esto te va a ayudar a eludir lesiones y sacar el máximo partido a tu adiestramiento.