Sus mismas características, les provoca la ausencia de remordimiento o culpa, el psicópata no se siente arrepentido, cree que tiene el derecho sobre todos los demás y el planeta, nunca se encuentra en deuda, es por eso su profunda crueldad y falta de empatía a las personas.
Conociendo todo lo anterior, es lógico deducir que estas personas mantienen una extraña dificultad, en admitir sus errores o responsabilidades en los hechos. Es por esa razón que generalmente, los psicópatas no visitan al psicólogo, porque para ellos el problema sin duda lo tienen “los otros”, y pocas veces notan un sufrimiento emocional lo suficiente intenso como para necesitar cambiar. http://www.psicologos-madrid.com/
Algún punto de importancia para considerar, sería el hecho de que al menos una vez en su vida, el psicópata se encuentre en algún problema con la ley, su inclinación hacia la estafa y manipulación, lo empujará a estar siempre al límite de la legalidad. Su nivel de perspicacia le ayudará en algunos casos, a salir airoso de estos problemas, sin mayores consecuencias para su persona.
Como señala el psicólogo experto de la Universidad de British Columbia en Canadá, Robert Hare, el mundo no puede defenderse de los psicópatas, siendo ellos los que la mayoría de veces con su inteligencia y astucia, consiguen eludir toda responsabilidad de sus actos. Lo más peligroso de los psicópatas es que no les duele hacer sufrir a los demás, con tal de conseguir sus objetivos, Hare los llama “depredadores sociales”, ya que son capaces de posicionarse en cualquier conducta o hacer cualquier cosa, con tal de alcanzar sus objetivos. Sin embargo, todos poseemos la capacidad de enterarnos, “olfatear” e identificar si nos tropezamos frente a un individuo psicopático y para nuestro bien, intentar resguardarnos de los resultados en la relación con esa persona.