Entre las opciones que ofrecen ciertos préstamos es establecer un periodo de carencia que, de forma resumida, nos dejará abonar solo los intereses a lo largo de un periodo determinado, por norma general al comienzo del préstamo. Más esto asimismo tiene sus contraprestaciones que pasamos a explicar.

Contratando mi primera hipoteca

En el momento de examinar la posibilidad de contratar las hipotecas baratas en una entidad financiera, debemos fijarnos en los diferentes aspectos del préstamo para saber precisamente cuánto nos va a costar. Frecuentemente acostumbramos a repasar cuestiones como el tipo de interés, las comisiones o bien los productos asociados, que puede obligarnos a contratar el banco, como seguros de vida o bien del hogar.

No obstante, hay otros aspectos que asimismo vale la pena examinar, pues frecuentemente pasan inadvertidos. Uno de ellos, es el periodo de carencia que acostumbran a ofrecernos.

Exactamente en qué consisten los periodos de carencia en las hipotecas

La falta o bien periodo de carencia, es un lapso de tiempo en el que sólo se pagan los intereses y no se amortiza capital, lo que sirve para reducir la cuota mensual. Muchas entidades dejan la carencia total, esto es que no pagamos nada. En consecuencia, tenemos dos opciones, una falta de amortización, donde solamente abonamos al banco los intereses pertinentes a la deuda (la amortización del capital se saldará más adelante) y otra carencia total, donde no pagamos ni el capital ni los intereses.

Es conveniente aclarar que en un préstamo, parte de la cuota se destina a amortizar capital, o sea, a abonar la casa y otra al pago de intereses al banco por el dinero que nos ha prestado. El sistema de amortización, va a ser el que determine la relación entre los dos y la cuantía de cada uno de ellos. En este sentido, podemos destacar que el pago de intereses, acostumbra a ser más alto al principio del préstamo, con lo que la cuantía a ‘dejar de pagar’ en ocasiones no va a ser demasiado elevada. De ahí que muchas entidades financieras optan por plantear un periodo de carencia total al comienzo de la hipoteca, debes entrar en la web.

Qué debemos saber sobre los periodos de carencia y su aplicación

Primeramente, debemos asegurarnos que esté contemplado en el contrato que firmaremos, y que nos ofrece una suerte de “oxigeno extra” para encarar el pago de las cuotas. Este lapso singular, tiene una determinada duración que demanda su cumplimiento.

¿Como puedo subrogar mi hipoteca?

Este periodo de gracia acostumbra a aplicarse al principio del préstamo. La razón es muy sencilla: cuando decidimos adquirir una residencia tenemos muchos gastos (el 20% del valor de la casa más los gastos de notario, escritura y también impuestos múltiples), y la falta inicial, nos dejará destinar el dinero de la cuota para encarar estos costos expepcionales.

Mas no obstante, no es oro todo cuanto reluce. Decantarse por este periodo de carencia tiene su contrapartida. Y es que pese a estar pagando una parte de la cuota, no se está amortizando capital, con lo que proseguiremos debiendo ese dinero y además de esto, estamos pagando un ‘extra’ solo en término de intereses.
En todo caso, tanto en la carencia de amortización como en la total, los intereses se prosiguen devengando, puesto que se retrasa el pago del capital y, a veces, asimismo los intereses, encareciendo la hipoteca si tenemos en consideración el montante total que vamos a pagar por la casa.