Si el titular de una de las hipotecas baratas y de cualquier otra fallece, la deuda la heredarán sus hijos o la persona correspondiente, según esté estipulada la línea sucesoria. Heredamos todo, lo bueno y lo malo, tanto los beneficios como las deudas. De esta manera, la entidad financiera se asegurará el cobro y minimiza los riesgos que conlleva el conceder hipotecas a largo plazo.

Sin embargo, no todo es blanco o negro, según nos explican en www.fercogestion.comhipotecas.Todas las personas, tenemos el derecho a la renuncia de una herencia. A esta opción, se la llama herencia a beneficio del inventario, y quiere decir que el heredero acepta la herencia, tan solo en el caso de que le convenga.

Entonces, si se renuncia a una herencia, ésta pasa a la siguiente persona que esté en la línea sucesoria: si el marido renuncia a la hipoteca de la esposa fallecida, pasa a los hijos, que posiblemente puedan renunciar y, en este caso, pasaría a los padres de ella. Así, hasta que algún sucesor quiera quedarse con la hipoteca. Si se da por finalizada la línea sucesoria, el bien pasará a manos del Estado.

La opción de renunciar a este bien, normalmente tiene sentido cuando el heredero recibe de una sola vez varios inmuebles, porque ello podrá suponer que cada mes tenga que hacer frente a pagos que no pueda afrontar.

Es recomendable, siempre que sea factible, vender el bien inmueble heredado en el caso de que el nuevo titular, no pueda hacerse cargo de los pagos de la hipoteca, con las plusvalías que eso supone. Es así como el heredero conseguirá rentabilizar el bien, siendo que una parte ya está pagada y que normalmente el comprador se hace responsable sólo del préstamo hipotecario o, en todo caso, queda cancelada la deuda financiera. La opción de renunciar a este bien, únicamente tiene una lógica cuando un heredero recibe varios inmuebles a la vez y no puede asumir los pagos.