Siempre se considera que para que una terapia consiga el éxito, lo primero que se tiene que tener en cuenta, es el propósito que las personas tengan al iniciarla. El propósito tiene una relación estrecha con las dificultades que han tenido en cualquiera de las vivencias de la convivencia, y que no han podido solucionar por si mismos, es por ello que recurren a la ayuda de un terapeuta.http://psicologosmadrid.info/terapia-de-pareja/

Estar juntos no es lo mismo que sentirse una pareja, para que ella exista, tienen que cumplirse ciertas condiciones, y la primera es la presencia de un vínculo afectivo significativo con cierta estabilidad en el tiempo que incluye -por lo regular-  el ejercicio de una vida sexual mínimamente satisfactoria para ambos.

Permanecer juntos no es igual que ser una pareja, pero hasta para conseguir esa ínfima condición hay que poder eludir los conflictos, se dice con certeza que una buena pareja no quiere decir que carezca de conflictos, sino la que posee la capacidad de solucionarlos, porque convendremos que es casi irreal pensar en dos personas aunadas por un tiempo, más o menos largo, que no hayan padecido desacuerdos, confrontaciones y conflictos.