
Las estanterías para instalaciones de almacenaje de automóviles, frecuentemente son de tres y cuatro alturas, y últimamente puedes encontrarlas con cinco niveles de carga.
Un paso más en la evolución irrefrenable del proceso de reutilización y reciclado de VFU’s (Automóviles Fuera de Empleo) tras los muchos pasos dados en los últimos tiempos, consiste en la consideración del vehículo en el proceso de reciclado como un factor personalizado, y único. Ya no existe en una campa un vehículo de un determinado modelo, de aproximadamente tal antigüedad. Se suele almacenar aquel vehículo preciso, que sabemos que tenemos en stock gracias a las estanterias coches, que satisface las necesidades que nos plantea nuestro cliente del servicio externo o bien nuestro usuario interno.
Ha llegado el instante, de que cada vehículo esté ubicado en un sitio físico de manera perfecta identificado y de acceso fácil y rápido. El proceso de reutilización se efectúa adecuadamente, cuando la instalación y protocolo que hemos desarrollado, nos deja contar con, en todos y cada instante, del elemento más conveniente para satisfacer la demanda.
Con exactamente el mismo criterio que al adquirir un vehículo nuevo, o bien adquirir una pieza en el concesionario procuramos y demandamos la pieza precisa que queremos, ha llegado el instante de que desde el CAT (Centros Autorizados de Tratamiento) se ofrezcan al usuario la pieza o bien elemento que más se adecúe a sus necesidades de todas y cada una de las que se disponen, y no siguiendo el criterio que aún se aplica habitualmente de ofrecer aquella pieza o bien elemento que tenemos más a mano, dado a que la pieza ideal, de la que disponemos nos resulta inalcanzable, estando en otros automóviles mal guardados.
En otros países de nuestro ambiente, hace ya muchos años que se comenzaron a usar estanterias coches elaboradas por empresas especializadas, empresas que cumplen una normativa extensa y muy exigente. Este hecho se refleja en la placa de peculiaridades, que demanda la ley y que el fabricante fija en la propia estantería, donde quedan reflejados los datos técnicos de la instalación, como los datos identificativos del fabricante. Estos datos están siempre y en toda circunstancia a la vista, ante cualquier posible acto de inspección proveniente de autoridades, empresas aseguradoras, etcétera que asimismo pueden acceder a la documentación que el fabricante facilita al CAT, donde se acredita una por una las reglas DIN, BRG, etcétera que cumple la instalación.