Los psicólogos se encuentran cada vez más conscientes de la responsabilidad con la comunidad; contar con habilidades de tipo social es un elemento inherente a cualquier campo de aplicación profesional. Sin embargo, en este punto no se debe olvidar que, en realidad, un grupo social se integra por individuos cuyo comportamiento está en constante interacción con la comunidad a la que pertenece. Con esto se quiere demostrar, que la labor del psicólogo, entra tanto en una conciencia social como en un alto conocimiento y respeto por la persona en particular (Horrsch, 1979).
Se critica a los psicólogos que conciben, el ejercicio de su profesión en forma individualizada, sin adaptarse a las condiciones de un país en desarrollo. Presenta, por otra parte, el problema de la subordinación al extranjero, la dependencia profesional y la explotación de materia prima; el caso de estudiantes que son preparados en el extranjero y que, a su vuelta, serán profesionales de técnicas e ideologías, que podrán aplicar con los consiguientes problemas, para el desarrollo propio de la psicología en el país.
Al realizar un autoánalisis de la profesión, Fonseca (Mouret, 1980) hace ver, que se tendría que ajustar el desarrollo de la profesión del psicólogo en el marco del subdesarrollo; implica la concepción exacta del servicio social, que la profesión dona a las necesidades del país en su conjunto, el procedimiento y el área prioritaria.