La morosidad de los vecinos en sus comunidades, está aumentando con la actual situación de crisis económica que tenemos en España. ¿Cómo pueden asegurarse las comunidades de propietarios el cobro de las cuotas? ¿Pueden incluir recargos por demora a los morosos? Aunque parecerá una tontería, es nuestros días está siendo un tema relevante en la mayoría de las comunidades vecinales, por eso debemos acudir a la experiencia, como en cualquier otro tema, la que nos preocupa debería pasar por expertos como http://www.defincasyservicios.com/ en el ánimo de solucionar un tema candente e importante para nuestra comunidad.

No hace mucho, era corriente encontrar en algunas Comunidades de Propietarios el cargo del tesorero, que conjuntaba al presidente y al secretario en el cuadro directivo, y a quien en su trabajo correspondía recaudar las cuotas y derramas de sus vecinos de edificio, bien porque estos se lo abonaran en su domicilio, bien porque pasase él puerta por puerta a cobrarlas. En Comunidades más pudientes, era el portero el encargado de la recaudación, que la pasaba luego al presidente, junto con los recibos que no habían sido abonados.

Sobre la década de 1990, hasta las Comunidades más recalcitrantes terminaron por aceptar la mediación de los pagos, a través de una cuenta bancaria, lo que facilitaron algunos Bancos y Cajas de Ahorro cuando descubrieron que esos depósitos, podrían valer para atraer ahorro.Esto según nos comentaban en la administracion de fincas vigo, tampoco fue la panacea, teniendo que buscar otras soluciones más seguras y efectivas

 Más tarde se vio, que si no se iba a por el dinero del vecino, como antes hacía el portero-recaudador, el vecino no pagaba, por lo que se remodeló el trámite, enviando recibos desde la cuenta dela Comunidad, que se cargaban en las respectivas cuentas datadas por cada vecino, lo que obligaba a tener saldo para que no fuesen devueltos. El cambio no resultó sencillo, porque costó en algunos casos, que los vecinos se prestaran a autorizar el cargar las cuotas en su cuenta, fundamentalmente los más mayores, quienes no tuvieron más remedio que aceptarlo cuandola Juntaadoptó el este acuerdo con imposición, que es de obligación si está correctamente tomado.