Las lentillas o lentes de contacto, están teniendo una mejor aceptación por parte de los usuarios en los últimos tiempos por razones terapéuticas, estéticas o cosméticas, lo que impulsó el aumento de las ventas, pero sobre todo un marcado posicionamiento de este producto. De hecho, existen varios tipos de lentillas de contacto que asoman a diferentes preferencias, como la comodidad, la ampliación de la visión y la adaptación a la curvatura del ojo.
Desde bebés con cataratas congénitas, hasta personas maduras que se animan al cambio de las gafas, por una alternativa moderna y más cómoda, se convierten en habitúales de las lentillas de contacto, que facilitan y simplifican el andar: una de las ventajas más compartidas por los usuarios y especialistas.
De esta manera, los oftalmólogos comentan que los lentes tradicionales limitan la visión al punto céntrico del cristal, mientras que los de contacto acompañan al movimiento del ojo en cualquier dirección, de ello te pueden dar la seguridad en lentillas a domicilio por ser especialistas en este producto.
Más ventajas, tendrán que ver con una sustancial mejoría en la visión y estética de las personas, que utilizan graduaciones elevadas y además de aquellas que no ven de un ojo o tienen alguna problemática a causa de una cirugía o un accidente. Las lentillas cosméticas ayudan en una apariencia mucho más agradable, emparejando el color de los ojos.
Es así, como las lentillas de contacto se han convertido en un recurso muy usado por los deportistas, ya que también existen lentillas sin graduación y con filtros solares para proteger la vista.
Otra diferencia con las gafas de siempre, es que las lentillas no se mojan. Posiblemente se caigan o se despeguen del ojo, pero no padecen los inconvenientes de las gafas que se mojan.