Siendo la base sintomatológica la tristeza vital, el anciano suele disimularla, con faltas relativas a síntomas físicos inespecificados. El anciano con frecuencia se queja, de que la tristeza le sale de dentro o que se arraiga en el pecho o en el vientre, pero la depresión se puede distinguir de un episodio de tristeza, por la duración de tiempo.

La señal de inicio de la depresión, es la bajada de capacidad para experimentar placer, felicidad o bienestar. El anciano, ya no muestra ningún interés por sus ocupaciones favoritas, nada le ilusiona, nada llama su atención. Seguidamente, podrá experimentar angustia en mayor o menor grado, acompañada de dolores de cabeza, diarrea, bolo esofágico, tensión en los músculos, agitaciones y dolores diversos inespecíficos. Esta es sin duda el momento para llegar a profesionales como http://psicologosmadrid.info donde obtendremos la ayuda que necesitamos.

Con frecuencia, padece alteraciones del sueño, siendo el insomnio la más normal; puede estar irritado, ya sea en un estado generalizado de malhumor o sencillamente intolerante ante motivos mínimos, y en la mator parte de los casos, los hombres pueden perder peso y tener inapetencia; mientras que en las mujeres se incrementa.

Estas son las características clínicas, diagnosticadas por psicologos en madrid de las depresiones seniles:

Agitación frecuente.

Ansiedad y quejas somáticas varias.

Bajada de memoria, raciocinio y concentración.

Mayor riesgo al suicidio.

Humor deprimido

Rápido aumento de los síntomas

Comienzo del trastorno con bastante precisión.

Frecuentes respuestas de «no sé» o no contesta.