La cultura y la tradición del café turco se remontan al siglo XVI, cuando se empezó a servir café en las cafeterías de Estambul. La tradición tiene dos aspectos distintivos que hacen que su sabor sea única y proporciona medios para la socialización. Como bebida, el café turco conlleva una preparación y unas técnicas de elaboración especiales. Es uno de los métodos de preparación de café más antiguos que aún se utilizan. La tradición y cultura del café turco, nos muestra técnicas tradicionales de preparación del café condujeron al desarrollo de utensilios y cubiertos especiales, como la olla para hervir (cezve), la taza de café (fincan) y los morteros, que tienen valor artístico. El café turco deja un sabor duradero en el paladar debido a sus técnicas de preparación que requieren tiempo y a su frescura. Es más suave, más aromático y más concentrado que otros tipos de café. Es fácil de distinguir de otros cafés por su aroma, su molido y su espuma peculiar.
Tradición y cultura del café turco
El café turco no es sólo una bebida, sino también una práctica comunitaria que reúne espacios culturales, valores sociales y creencias en un contexto de proceso de socialización. Su papel de socialización se remonta a la apertura de las primeras cafeterías con su notable decoración en Estambul. Los cafés eran entonces, y siguen siendo, los lugares donde la gente toma café, conversa, comparte noticias, lee libros y socializa. La propia tradición es un símbolo de hospitalidad, amistad, delicadeza y entretenimiento. Todo ello se refleja en el famoso proverbio turco «el recuerdo de una taza de café dura cuarenta años». Este dicho representa lo importante y profundo que es el café en la cultura turca.
La tradición del café turco es practicada por todos los miembros de la sociedad en Turquía; especialmente, las familias, los productores de tazas y ollas, los maestros-aprendices de las casas de café, los trabajadores, los vendedores de café molido se han comprometido con la tradición. Además, los visitantes extranjeros consideran esta tradición como uno de los símbolos del estilo de vida turco. La tradición es considerada por toda la sociedad turca como parte de su patrimonio cultural y es compartida por todos los individuos de cualquier nivel cultural e intercultural. Desde que se introdujo en la sociedad turca en el siglo XVI, se han abierto cafeterías incluso en las poblaciones más pequeñas. Esto es una muestra de la continua y creciente demanda del café turco desde el pasado hasta el presente. Es casi imposible imaginar una casa turca sin uno o más juegos de tazas para el café turco. De hecho, a diferencia de otras bebidas, el café turco es percibido como un símbolo del estilo de vida turco más que como una necesidad por todos los portadores y practicantes de la tradición. Por lo tanto, el café turco y la tradición proporcionan fuertes interacciones sociales y dialógicas entre todos los niveles de la sociedad turca.
La elaboración, tradición y cultura del café turco
El conocimiento, las habilidades, el saber hacer y los rituales relacionados con la cultura y la tradición del café turco se mantienen de manera informal por todos los miembros de la familia a través del boca a boca, la observación y la participación. La persona que nace en una familia turca aprende las formas de elaboración del café turco de la generación anterior de forma natural y lo interioriza como un elemento del estilo de vida turco. Además de la familia, las cafeterías, como espacios culturales, proporcionan un entorno en el que esta tradición se ha transmitido profesionalmente. Las cafeterías son indispensables para la tradición, ya que históricamente las cafeterías preceden al consumo doméstico de café en los hogares.
La preparación real del café turco requiere varios pasos y habilidades muy elaborados. En primer lugar, hay que tostar los granos de buena calidad y molerlos (preferiblemente) en un mortero o en un molino hasta que los granos se conviertan en un polvo fino. A continuación, se pone el café, el agua fría y el azúcar, si se desea, en la cafetera. Se coloca en el fuego y el café se cuece lentamente asegurándose de que se forme espuma en la superficie. Por último, se sirve con un vaso de agua y una delicia turca. Para conseguir un sabor agradable se requieren algunas habilidades, como la forma y el grado de tueste del café. Es fundamental tostar todos los granos de café por igual y esperar un tiempo determinado.
La tradicion y cultura del café turco, nos muestra técnicas tradicionales de preparación del café condujeron al desarrollo de utensilios y cubiertos especiales
Método de preparación del café turco
El método de preparación del café turco se aprende y se lleva a cabo a través de las familias y las cafeterías sin ninguna estrategia específica para su promoción, lo que es un signo de la difusión del consumo y de su significado cultural.
Con su profundo efecto en el estilo de vida turco, el café turco desempeña un papel central en la cultura como faro de hospitalidad y amistad. A los invitados especiales se les sirve el café en tazas especiales más elaboradas que las utilizadas a diario para honrar su dignidad. La tradición está impregnada en todos los ámbitos de la vida y se toma como pretexto para fomentar las relaciones sociales ya existentes, como expresa el proverbio turco «las almas no buscan ni el café ni las cafeterías; buscan la compañía cercana; el café es una excusa». La invitación a un café entre amigos es una indicación de la necesidad de una charla íntima, o de compartir asuntos cotidianos. Como tradición muy extendida, después de terminar el café, se gira la taza, se pide un deseo, se pone la taza boca abajo en el platillo, se deja enfriar. Las imágenes aparentes se interpretan en la taza de café según las «reglas» de la adivinación como parte del entretenimiento.
El café turco es siempre una parte indispensable de ciertas ocasiones sociales, como las ceremonias de compromiso, las vacaciones y las reuniones de socialización. Incluso en periodos de no disponibilidad debido a la crisis económica el consumo de café se ha mantenido igual sustituyendo los granos de café por falsos granos de otras especies como el garbanzo, el pistacho silvestre, las semillas de dátil, lo que demuestra que la tradición del café turco es una costumbre cultural profunda e indispensable.
El café turco tiene una enorme repercusión en la literatura, de modo que se han escrito innumerables poemas y canciones para describir los sentimientos y las funciones relacionadas con la tradición. También ocupa un gran lugar en los versos místicos, los rituales, la artesanía en miniatura y las pinturas. Por lo tanto, la tradición proporciona a las comunidades y grupos implicados un sentido de identidad y continuidad en la cultura turca.
Estilo diferentes de bebidas con el café turco
Beber o servir café turco es siempre una forma de interacción social con otros individuos. Aunque el café turco tiene un estilo estándar, esto lo hace único y diferente a otras bebidas, ya que siempre que se bebe café turco, o donde sea, se pueden recordar momentos preciosos con los demás. La gente se ha familiarizado con el café gracias al establecimiento de cafeterías. Las cafeterías no son sólo un lugar para beber café, sino que funcionan como espacios culturales en los que acuden personas de diferentes ámbitos culturales, sociales y profesionales, incluidos escritores, poetas y artistas, para conversar, compartir sus problemas, leer periódicos, discutir cuestiones sociales y políticas, exponer sus obras de arte, poesía y literatura, o jugar al ajedrez y al backgammon en su tiempo libre. Después de la inscripción, los cafés conservarían y desarrollarían su papel de centro o lugar de intercambio de información y conocimientos, promoviendo la socialización y la comunicación.
La cultura y la tradición del café turco promueven el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana, ya que los valores y los rituales que rodean la tradición están abiertos a todos los individuos. La tradición prepara un terreno fértil para la creatividad humana y hace aflorar el potencial humano, especialmente en torno a la tradición artesanal para fabricar las herramientas y utensilios especiales que se utilizan para hacer el café turco. Dado que la mayoría de los aparatos, como el tostador de café, las tazas de café, las bandejas, los enfriadores, los morteros, los molinillos de mano, la olla, la jarra de café, los recipientes especiales hechos de materiales preciosos como la plata, tienen un valor artístico distinguido y constituyen obras de arte únicas en sus formas, la gente prefiere exhibirlos en sus colecciones privadas como antigüedades. La inscripción haría que el café, los cafés y la artesanía del café siguieran siendo fuente de inspiración para la literatura, la artesanía, la lírica, etc., y añadiría valor a los cafés como lugares únicos para la diversidad cultural y la creatividad humana.
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